Los afrodisíacos incrementan el apetito sexual y llevan a una relación sexual más activa y placentera. Y el mejor de todos es.... la fantasía.
Muchos de ustedes ya habrán escuchado hablar de los efectos estimuladores que producen las sustancias afrodisíacas que acompañan el acto amoroso, en una relación sexual más activa y placentera, donde la seducción de un alimento o una bebida alimenta el deseo sexual. Toda pareja necesita el estímulo constante de su relación erótica a través del juego amoroso que enaltece un mejor acompañamiento mutuo en el instante de sus relaciones, de actualización constante, con el fin de despertar la líbido.
Los afrodisíacos son conocidos por su poder por los años de los años, incluso algunos de ellos se transmiten a través de leyendas y anécdotas de generación en generación. Es ya conocido el efecto de ciertas plantas como el muña muña, u otras que pueden ser tomadas de igual manera que se lo hace con el té. También se habla de los huevos de tortuga, testículos de animales, ostras, raíces de ginseng o cuernos de rinoceronte que ayudan a estimular la relación sexual, como así también, a que sea más efectiva. Existen recetas de cocina o vegetales indicados para preparar de antemano ante la ocasión de tener algún encuentro.
Si bien sus efectos no están totalmente comprobados, a más de una persona le han dado resultado. Y recomienda su uso. Su utilización no sólo tiene un efecto producido por su ingestión, sino que también su preparación, búsqueda y elección ayuda a alimentar las fantasías de la pareja, ya sea porque se imagina de antemano sus efectos o por el juego que acompaña este proceso.
Ciertos elementos son elegidos como afrodisíacos por su forma o función, es el caso de la banana, las ostras o los testículos de toros. En este caso, su efecto es más producto de la fantasía que de la realidad, por una cuestión de asociación visual.
De todas maneras no suelen haber efectos colaterales, salvo el de no tener los resultados esperados, ya que las sustancias comestibles no son nocivas.
Muchas personas se sienten estimuladas de modo de despertar su deseo sexual bebiendo bebidas alcohólicas, pero hay que aclarar que en este caso no se trata de una sustancia afrodisíaca, sino sólo de una liberación sexual, por medio de un exceso de alcohol y liberación de las fantasías.
Debemos desmitificar esa idea que se nos ha introducido a través de los medios, ya que el alcohol aplaca los centros nerviosos, no los estimula, como también las hormonas y la capacidad de que se sientan estimuladas de modo de lograr una erección u orgasmo. Más bien, uno suele quedarse dormido después de ingerirlo con lo que dudosamente pueda estar en lo mejor de su capacidad para establecer una relación sexual placentera para ambas partes, ya que se encuentra con sus habilidades disminuidas.
Si bien se han conocido casos de utilización de drogas para incentivar la relación, tampoco tienen un efecto afrodisíaco, ya que deprimen e inhiben el funcionamiento hormonal.
Existen otras maneras de estimular el apetito sexual, pero ya no con carácter afrodisíaco, lejos de las fantasías que provoca la preparación de estas sustancias y el juego de tomarlas de a poco y de a dos. Es el caso de los suplementos de testosterona útiles para este efecto cuando existan bajos niveles de la misma en el cuerpo, pero siempre bajo una estricta vigilancia medica.
Los afrodisíacos pueden estimular una mejor relación sexual, pero cuando el problema se trate de falta de deseo, habrá que revisar sus causas. De todas formas, ¿quién no comió o tomó alguna vez alguna de estas sustancias y reestableció el erotismo en su pareja de un modo inusual?
Muchos de ustedes ya habrán escuchado hablar de los efectos estimuladores que producen las sustancias afrodisíacas que acompañan el acto amoroso, en una relación sexual más activa y placentera, donde la seducción de un alimento o una bebida alimenta el deseo sexual. Toda pareja necesita el estímulo constante de su relación erótica a través del juego amoroso que enaltece un mejor acompañamiento mutuo en el instante de sus relaciones, de actualización constante, con el fin de despertar la líbido.
Los afrodisíacos son conocidos por su poder por los años de los años, incluso algunos de ellos se transmiten a través de leyendas y anécdotas de generación en generación. Es ya conocido el efecto de ciertas plantas como el muña muña, u otras que pueden ser tomadas de igual manera que se lo hace con el té. También se habla de los huevos de tortuga, testículos de animales, ostras, raíces de ginseng o cuernos de rinoceronte que ayudan a estimular la relación sexual, como así también, a que sea más efectiva. Existen recetas de cocina o vegetales indicados para preparar de antemano ante la ocasión de tener algún encuentro.
Si bien sus efectos no están totalmente comprobados, a más de una persona le han dado resultado. Y recomienda su uso. Su utilización no sólo tiene un efecto producido por su ingestión, sino que también su preparación, búsqueda y elección ayuda a alimentar las fantasías de la pareja, ya sea porque se imagina de antemano sus efectos o por el juego que acompaña este proceso.
Ciertos elementos son elegidos como afrodisíacos por su forma o función, es el caso de la banana, las ostras o los testículos de toros. En este caso, su efecto es más producto de la fantasía que de la realidad, por una cuestión de asociación visual.
De todas maneras no suelen haber efectos colaterales, salvo el de no tener los resultados esperados, ya que las sustancias comestibles no son nocivas.
Muchas personas se sienten estimuladas de modo de despertar su deseo sexual bebiendo bebidas alcohólicas, pero hay que aclarar que en este caso no se trata de una sustancia afrodisíaca, sino sólo de una liberación sexual, por medio de un exceso de alcohol y liberación de las fantasías.
Debemos desmitificar esa idea que se nos ha introducido a través de los medios, ya que el alcohol aplaca los centros nerviosos, no los estimula, como también las hormonas y la capacidad de que se sientan estimuladas de modo de lograr una erección u orgasmo. Más bien, uno suele quedarse dormido después de ingerirlo con lo que dudosamente pueda estar en lo mejor de su capacidad para establecer una relación sexual placentera para ambas partes, ya que se encuentra con sus habilidades disminuidas.
Si bien se han conocido casos de utilización de drogas para incentivar la relación, tampoco tienen un efecto afrodisíaco, ya que deprimen e inhiben el funcionamiento hormonal.
Existen otras maneras de estimular el apetito sexual, pero ya no con carácter afrodisíaco, lejos de las fantasías que provoca la preparación de estas sustancias y el juego de tomarlas de a poco y de a dos. Es el caso de los suplementos de testosterona útiles para este efecto cuando existan bajos niveles de la misma en el cuerpo, pero siempre bajo una estricta vigilancia medica.
Los afrodisíacos pueden estimular una mejor relación sexual, pero cuando el problema se trate de falta de deseo, habrá que revisar sus causas. De todas formas, ¿quién no comió o tomó alguna vez alguna de estas sustancias y reestableció el erotismo en su pareja de un modo inusual?
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